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teresarojo2010

Cuento: “Mi mochila… Tu mochila ¿Y si las compartimos?”

“Era el primer día de clase.

Los chicos y chicas que ya se conocían se saludaban alegremente contentos de encontrarse después de las vacaciones y sintiéndose arropados unos a otros ante el temor del nuevo curso que se iniciaba en un lugar para ellos enorme y desconocido: el instituto.

Los que no conocían a nadie se situaban en sitios estratégicos, observando a todos aquellos que parecían tener miles y miles de amigos.

De pronto el timbre igualó  a todos. Había que entrar al instituto. La directora los recibió a todos en el salón de actos. Les dio la bienvenida y les informó de quién iba a ser su tutor o tutora correspondiente y de cuál iba a ser su aula. Después todos a su clase respectiva.

Entra el profesor de lengua. Joven, alto y aparentemente amable. La primera impresión es buena, pero todo se viene abajo cuando les dice:

“Yo seré fiel reflejo de vosotros., Si trabajáis en la asignatura yo trabajaré con vosotros, pero si pasáis yo también pasaré de vosotros.”

Los chicos se encogen en sus asientos. Es demasiada carga para ellos. No se ven capacitados para soportarlo. Mejor abandonar ya la carrera. Rostros de tristeza, miedo, incapacidad….

Próximo capítulo: Lo veremos al finalizar el curso.”

¿Cómo se les puede pedir que lleven “el peso” de la respuesta del profesor ante la asignatura si apenas pueden con su “mochila vacía”

¿Acaso no se da cuenta de que no pueden cargar con todo el peso de la enseñanza-aprendizaje de una asignatura?

¿Cómo es posible que el profesor olvide que tanto los alumnos como él lleva n “carga adicional en su mochila”: miedos, problemas afectivos, desencuentros familiares, dificultades con su proceso evolutivo propio de la adolescencia,….?

¿O acaso el profesor sólo desea infundir respeto-miedo por la asignatura-él mismo, para así asegurarse la disciplina inclinada a la “santa obediencia”?

¿Tanto miedo tenemos los docentes a que la clase “se nos vaya de las manos”?

¿Por qué tenemos que responsabilizar de la dinámica de la clase solamente al hacer de los alumnos? Y nosotros ¿en qué medida somos responsables?

Ojalá que cada vez más haya docentes que sientan que entre todos: alumnos y profesores, construimos los aprendizajes, futuros ciudadanos y en definitiva la sociedad, pero entre todos.

2 comentarios

Teresa -

Nuevo curso, nuevos alumnos, nuevos retos,... pero permanece la mirada atenta para poder ver "mas allá" hasta donde los adolescentes me dejen llegar.
Me considero afortunada al poder ofrecer una mirada atenta, respetuosa, cuidadosa, serena, ...... (no tengo el estrés del alumno que no quiere, del que no le puedo atender como debiera por falta de tiempo, del aula llena de 30 adolescentes de los que me cuesta hasta aprenderme sus nombres,...)

Mis alumnos son los más desfavorecidos (alumnado con necesidades educativas especiales), y eso me permite un trabajo más individualizado, colaborativo, y cercano a sus necesidades.

Carmenchu -

Trabajo en equipo...COLABORATIVO

Cuanto límite innecesario...¡¡¡

¿ Divide y vencerás ?...¿ quién vence ?...¿ a quién ?...

Son sus MIEDOS quien le han vencido, como explicitas...

¿Donde el espacio para hablar de ellos, explorar sus miedos, sus limitaciones, sus talentos " su mochila " ….Mochilas La buena y la mejorable ….¿ Un blog?...

Qué sorpresa más agradable este cambio renovado ;-) D