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teresarojo2010

Meditación-educación-compasión

Ayer, "por casualidad", me encontré con el programa "Redes" de Eduard Punset. Me pareció un programa muy interesante: la relación entre la ciencia y la meditación. Os invito a visitar la página, es un poquito largo (aprox. 30 minutos) , pero merece la pena, Entre otros aspectos hace alusión a la enseñanza de la meditación en la escuela y sus beneficios para la felicidad de nuestros alumnos.

http://www.redesparalaciencia.com/

 

TÍA-ABUELA Y ..... DEJARTE LLENAR DE LUZ

TÍA-ABUELA Y ..... DEJARTE LLENAR DE LUZ

Ayer hice de tía-abuela. Qué mayor suena? Se escucha? Lo escucho?,  creo que más bien lo escucho, no hay nada que no pase por el filtro personal de lo vivido ya seamos o no conscientes, qué importante si nos diéramos cuenta de todo aquello que se va depositando en nuestro inconsciente y que nos “maneja-dirige” sin por tanto darnos cuenta. “Todo depende del color del cristal con que se mire”, viejo refrán que lo olvidamos tan a menudo. Nada es blanco o negro, los matices son los que añaden VIDA (vaya un guiño a mi muy, mucho, como dirían los pequeños-sabios, querida amiga Esther).

Decía que ayer, hice de tía-abuela con mi sobrino adoptado recién llegado de Rusia. Fue una experiencia maravillosa. Y quiero dedicarle este escrito a él. Algún día lo leerá, hoy sólo tiene 6 años y habla en ruso, piensa en ruso y no lee en ruso, pero entiende en castellano.  Y bien que entiende. Es sumamente hermoso?, no hermoso que se queda corto es escalofriante por lo de inmenso, el sentimiento de ternura que me invade cuando lo miro y veo su sonrisa, su intento de comunicar sea con lo que sea, sobre todo con los ojos, con esos ojillos que los abre o los cierra en función de su comprensión de lo que ve, oye o siente.

Fue una bonita experiencia para toda la familia, el cuidar de un niño pequeño, del primito tanto tiempo esperado. Nosotros somos familia numerosa y ya tenemos experiencia de ser muchos en la mesa, pero ayer estaba más completa que nunca.

Comimos en el patio, él decía que “frio?,…, no¡”, y nosotros nos colocamos la chaqueta (frio? Si¡¡¡), pero salimos a comer al patio. Cuando él me vio a través del cristal de la ventana, con su manita me pidió que esperara para ayudarme. Y salió corriendo para colocar la mesa, las sillas, el pan,….. Todos colaboramos y la mesa en unos segundos estaba dispuesta para que iniciáramos la comida reparadora. Compartimos la comida, él probando todo, (maravilla de las maravillas, un niño que se atreve a probar una comida nueva¡¡¡ ojalá que siga así) y decidiendo qué sabor, textura, olor previo, le gusta y cuál no merece la pena repetir. Recogimos entre todos y después preparamos un pastel. Había que celebrar su venida a nuestra casa. Él me ayudó. Se sorprendía cuando le iba permitiendo que echara el yogur en el vaso de batir, o que batiera con la batidora. Mi hija nos miraba y decía “¡Ay mamá qué bien, tú siempre nos has dejado ayudarte en la cocina y ahora nos encanta a todos cocinar¡”. (Sentimiento de satisfacción al escuchar la valoración de algo bien hecho y de gratitud y alegría al escucharlo de mi hija, sabe valorar y expresar lo valorado). Por supuesto hubo que guardar un trozo para pápa y máma.

Llegó el turno de la siesta, merecido descanso sobre todo para los que dormimos mal por las noches. Él eligió jugar en la buhardilla. El paraíso de cualquier niño. “Un día de éstos tengo que recoger tanto juguete, darlo a cualquier ONG y dejar sólo aquellos que representen algo importante en nuestra historia personal”. Pero el día no llegó y me alegro. Ayer para él fue como descubrir un mundo lleno de fantasía. Era como entrar “escaleras arriba” en el mundo de Alicia (sólo que ésta se deslizó hacia abajo). La tienda de campaña, con la sensación de plenitud-aislamiento que uno siente cuando está dentro, el armario de los disfraces, los carritos de las muñecas, … tantos y tantos otros por explorar.

 Mi hija, nuevamente pendiente de todo,  decía “mamá si es que para cualquier niño tiene que ser maravilloso el entrar en la buhardilla y ver tantos juguetes ¡”. Y así fue. Feliz, eligió jugar con la cocina, la comida, etc. Vinieron unos familiares, y después de jugar a juegos más movidos con ellos, los llevó “arriba”, les enseñó su descubrimiento y todos sentados a la mesa nos dispusimos a comer. Recuperamos cubiertos, platos, tostador, cocinita, pescados, café, tostadas, plátanos, tomates,……

Y nos permitimos jugar como niños. Cuatro adultos y un niño haciendo una representación de comida familiar. Él organizaba y nosotros nos dejábamos hacer. Todo en su orden, comida que caía al suelo o no se comía o había que lavarla, por supuesto que no se comía el postre antes del pescado, si sólo había un tomate, se repartía entre los que lo querían, ante todo compartir, etc. Hubo quién quería dar otra utilidad a la comida (por aquello de introducir una pequeña modificación al juego simbólico realista) y él con una sonrisa y una paciencia infinita sonreía y trataba de retornar la situación a su forma original: “estamos comiendo, no jugando”.

Fue maravilloso, jugar y dejarse llevar por este pequeño que ha traído tanta ilusión y amor a nuestras vidas. Yo lo miraba y me preguntaba qué pensará él después de todo esto….. (el ahora estaba claro, jugar a como si……pero y ¿pasado un tiempo?, ay¡ si pudiera expresar con palabras todo aquello que nos dice con su cuerpo…¡).

Hoy ha sido feliz, ha jugado independiente y con compañía. Por supuesto cuando vinieron a buscarle sus padres, no quería irse y previamente les enseñó la habitación “maravillosa y con qué y cómo había jugado”, incluso hasta había una cama para que se pudiera quedar a dormir en ella. Otro día descubrirá los clips, la isla, el fuerte, los camiones, la batería,…….. y con toda seguridad nos hará vivir más momentos mágicos. Yo ya había olvidado lo que era compartir con un niño pequeño un momento de juego. ¡Es maravilloso!.

Es hermoso poder estar con él sin la presión de ser sus padres y por lo tanto no sentir la impotencia, casi del día a día de no poder comunicarse por la dificultad del idioma. Es cierto que yo ya tengo experiencia de tres hijos mayores y que todo lo vivo con mayor relatividad. Es algo que tendrán que aprender ellos. Es cierto que yo estoy en un momento personal en el que la serenidad fluye con relativa facilidad. Es cierto que amo a los niños y que la ternura me invade sólo con estar con uno de estos “pequeños-sabios”. Es cierto que me parece un regalo este niño que acaba de llegar a nuestras vidas. Esto y mucho más es cierto. También es cierto que él es maravilloso, sí sé que cualquiera me lo parecería, pero es él, mi sobrino, y a él quiero dedicarle este pequeño escrito.

Con todo mi amor, este homenaje, junto con tu foto favorita del buitre volando libre, para ti Sergio-Sirozha, pequeña luz en nuestras vidas (pequeña por tu edad, no por tu valía).

8 de mayo de 2010

La sexualidad adolescente

“Profe, -le decía la alumna de 14 años a su maestra-, es que no quiero acostarme con él, porque…., sí, yo hoy se que le quiero, sé que me gusta que me abrace, que me bese, me gusta estar con él pero ….,  a lo mejor llega un día en el que ya no le quiero, que ya deja de gustarme, que ya no me interesa estar con él, que ya no deseo seguir siendo su novia y entonces ¿cómo me voy a quedar yo?, Creo que me quedaría muy triste si me hubiese acostado con él tal y como él me lo pide”.

Y hablaron de que hay otros jóvenes que quieren satisfacer su deseo siempre con el/la otro sin importarles las consecuencias, que no son muchas (a juicio de la adolescente) pero sí conocía a  adolescentes que se quedaron embarazadas.  Conocía un caso de una niña que había tenido que abortar y del dolor tan tremendo que eso le había supuesto. No quería que eso le pasase a ella, había oído que aunque han disminuido las estadísticas de los embarazos en adolescentes, las consecuencias de ello son muy duras tanto a nivel emocional como social, que ya tenían que plantearse si abortar o no y que eso no quería que le pasase a ella por nada del mundo.

Lo que le parecía más importante es el saber si de verdad quería entregarse a “su novio” y ceder a su petición de “acostarse”  con él o no, que una cosa era “meterse mano” y otra “echar un polvo”. Sabía que hay métodos anticonceptivos con los que podía contar, les habían hablado de ellos en clase, es fácil recurrir a ellos, pero no quería “acostarse” con él, aunque se lo pidiese y ella lo desease con todas sus fuerzas, porque no estaba segura de que al día siguiente no se iba a arrepentir. Quería estar segura de sus sentimientos y ahora no lo estaba.

Y “la profe”, emocionada y agradecida por la confianza de la confidencia le habló desde el corazón tal y como la alumna la había hablado a ella y desde la experiencia que da la madurez.

Le habló de la comunicación en la relación sexual, de que no es fácil acostarse con una persona a la que quieres y sentir placer en todo momento, que se requiere tiempo, confianza mutua e intimidad  para poder entregarse a la otra persona, y que a su edad  hay otras formas de satisfacer un deseo sexual que surge  quizás como respuesta a  una necesidad de descarga hormonal y emocional.

Le regaló un poema que expresaba de una forma muy bella todo lo que le quería transmitir. Había llegado a sus manos hacía ya mucho tiempo y le parecía que expresaba con mucha claridad e intensidad lo que es un encuentro amoroso entre personas ya maduras, quizás la sirviera. La adolescente lo recogió.

 

SEXUALIDAD, ENCUENTRO DE DOS CUERPOS

Mis manos recorren tu cuerpo

mi cuerpo se inunda de ti.

A través de la piel de  mis manos,

mientras suavemente recorro el mapa ofrecido,

siento un calor que me inunda

y que invade todo mi ser.

Tus manos buscan mis nalgas,

mis pechos, mi sexo.

¿Sentirás tu lo mismo que yo?

Yo siento todo mi ser inundado

por el contacto de mi piel con tu piel.

La sintonía es difícil aún.

Buscamos nuevas formas de encuentro.

Siento que hablamos idiomas distintos,

tú buscas ávido mis zonas erógenas

yo busco inundarme de ti.

Habrá que inventar nuevas formas.

Me centro en mí, en mi sentir,

y te dejo a ti que explores a tu antojo.

Busco nuevas posturas, nuevos lenguajes.

Ansío tus susurros,

Esas palabras que no dicen nada, que insinúan

y que apenas se esbozan

excitan mi mente, mi fantasía.

Pero tú no emites sonido alguno.

Buscar nuevos caminos

por los que transitar juntos.

Tu sexo llena mi boca,

que ávida aprisiona con ansia

ese manjar que dentro de mi boca

se vuelve todo cuerpo inundando mi estancia.

Tu boca chupa mis jugos

explora caminos nuevos.

Ahora la sintonía es perfecta

Yo ansío tu sexo.

Tú ansías el mío.

Y en el momento de la explosión última

mi cuerpo se siente montaña.

Se abre permitiendo la entrada

de tu sexo, tu cuerpo, tu ser.

Son dos cuerpos entrelazados

vibrando juntos al compás

de una música mil veces inventada

más no por ello menos misteriosa,

llena toda ella de confianza y entrega

con el ser que se expone

al encuentro de otro ser que se intuye

deseoso de un mismo placer.

Anónimo

 

Al mes se había roto la relación. La alumna fue a ver a la profe y le agradeció su tiempo de escucha, su orientación y apoyo. Le manifestó su satisfacción por su elección un mes atrás. El tiempo le había mostrado que había acertado. Se sentía orgullosa de sí misma.

La sexualidad de los adolescentes. El tener conocimientos sobre métodos anticonceptivos ¿es suficiente para que enfoquen su sexualidad de una forma, al menos no comprometida ni sexual ni emocionalmente? ¿Quién debería abordar estos temas? ¿La escuela? ¿La familia? ¿Ambas? Pero ¿y la preparación de la persona que educa? ¿De quién es la responsabilidad de su formación? ¿Los padres y profes estamos preparados para abordar estos temas sin que se nos cuelen cuestiones éticas personales?

Difícil cuestión, los adolescentes “sienten, piensan viven” su sexualidad con o sin nuestra ayuda, ¿debemos ayudarles? ¿Podemos? Como madre y maestra intento dar respuestas a sus preguntas si éstas surgen, considero que debería abordarse de una manera más reglada desde la escuela, tenemos un compromiso con la formación, en todos los ámbitos, de los adolescentes , pero cuando se tocan aspectos tan íntimos del desarrollo personal entramos un terreno muy resbaladizo y de difícil abordaje.

 

 

Contaminación Acústica

Contaminación Acústica

Sábado de vacaciones de la Semana Santa. Visita a las Tablas de Daimiel. Ya suponía que íbamos a recrear las procesiones de los días previos y así fue. Pareciera que todo aquel que no se hubiera ido de vacaciones había tenido la misma idea que nosotros. Cientos de coches y de personas por todos lados.

Llegó un momento en el que me preguntaba ¿pero qué hago yo aquí? En principio se trataba de un día de placer y me encuentro que tengo que ir en procesión porque no puedo avanzar y lo que es peor, oyendo los gritos de todo el mundo pero ¿es que la gente no lee los carteles” SE RUEGA SILENCIO. POR RESPETO A LOS ANIMALES?. No evidentemente no. Miento sí los leían hasta se permitían decir a voz en grito: “mira ahí hay un cartel que dice “Se ruega silencio”.

Me iba poniendo nerviosa por momentos, aparecían los síntomas: malestar, inquietud, deseos de huir,… pero no estaba sola y no quería fastidiar. Gestioné mi alteración, me coloqué dentro de una burbuja y pude disfrutar del paseo. La gente dejó de incomodarme, estaban a mi lado, pero ya no me agobiaban. El paisaje se hizo maravilloso. El bosque de los tarayes, precioso. El muestrario de nidos de cigüeñas que con su “claqueo” no paraban de cortejarse y nosotros tomándonos el “bocata” frente a ellas. Estuvo genial.

Continuamos en Las lagunas de Ruidera. Otra vez más de lo mismo. Media España estaba ahí (la otra media la habíamos dejado en Las Tablas, ja, ja), pero ya la lección estaba aprendida, burbuja y disfrute con lo que veo, oigo y con las personas con las que estoy. Y el paseo precioso. El paisaje con sus cascadas digno de verse. El bosque de encinas, sabinas y chopos, maravilloso. Animales pocos (éramos demasiado los humanos como para atreverse a estar allí, y los árboles y el agua no se fueron porque no podían que si no…).

Y lo mejor el final. Volvimos a Las Tablas, ya al anochecer y entonces ya sí, ya sí que disfrutamos del paisaje, del atardecer, el sol escondiéndose reflejándose en el agua, los pájaros cortejándose o llamándose incesantemente (aún así, eran pocas las aves que allí estaban), apenas había nadie, sólo unos cuantos como nosotros que de verdad queríamos disfrutar del paisaje. Hablábamos apenas en susurros, no queríamos invadir un espacio que sabíamos no nos pertenecía. Sólo por este final mereció la pena.

¿Por qué no somos conscientes de que hay espacios que debemos respetar? Este espacio estaba cuidado y se respetó en cuando que no encontré basura fuera de lugar, todos andábamos por las zonas marcadas, etc. pero ¿qué pasa con el ruido? ¿Por qué no nos damos cuenta que el ruido fuera de lugar también es contaminación? Y no hay que irse al ruido de los aeropuertos o al de alguno/as jóvenes con la música del coche a todo volumen, o el de los motores de las motos o los coches. Hay otro tipo de contaminación acústica de la que apenas somos conscientes que hace mucho daño y, como en este caso, de la que no pueden defenderse, bueno quizás sí, quizás ya lo estén haciendo y por esa razón las aves se vayan a otros lugares donde se les respete más. ¿Tanto nos cuesta al ser humano respetar la naturaleza? Parece ser que sí.

Teresa

Sesión de HHSS, tarde de viernes

¡SORPRESA!,  ¡y encima un viernes a las 6 de la tarde¡ No encuentro a nadie conocido, ¿qué pinto yo aquí??????¿A qué he venido? A aprender, me respondo. Pero enseguida me calmo y pregunto dónde está el grupo. Hay una motivación añadida, ¡por fin, iba a conocer a Carmen! Nos conocíamos a través de los blogs, pero “no teníamos cara, cuerpo”. Esto añadía interés.

¿Qué me voy a encontrar? No lo sé. Vaya, últimamente se me repite. Voy a los sititos sin saber previamente muy bien a qué. No, tampoco es realmente así. Voy sin preguntar y tranquila cuando confío en la persona que me hace la invitación. Hay expectación. Sé que voy a aprender ¿el qué? Ya lo veré.

Actitud inicial de Curiosidad. Expectación. Confianza.

La actitud inicial. La confianza en el otro.

Me encuentro con que están unos cuantos compañeros (aproximadamente 20 conté más tarde), en círculo y hay una persona en el centro, explicando algo. Me fijo bien, son movimientos de karate.

¿Qué??????.

Bien, espero “andar y ver”. Me coloco en la rueda del círculo y comienzo a hacer los movimientos.

Ensayamos en grupo. Esto parece fácil. Me fijo en las personas que ya saben hacerlo y voy modificando hasta aprender la postura correcta, es más fácil con modelo que si sólo intento retener lo que he visualizado anteriormente. Me gusta ver que me resulta relativamente fácil imitar algo que antes desconocía por completo. (Aprendizaje vicario, Bandura, 1925). Me siento satisfecha conmigo misma.

Ensayamos por parejas. Se complica, pero una vez aprendido el movimiento, hasta parece sencillo.

Hay que salir al centro y hacer el movimiento por parejas. Esto ya me gusta menos. Nervios. Deseos de terminar. Los pares de ojos parecen multiplicarse en progresión geométrica proporcional al tiempo que permanezco en exhibición. Pero,….. si yo sabía hacerlo bien, y ahora parece que lo he olvidado todo……

Afortunadamente terminamos pronto y vuelvo a la seguridad del anonimato, del grupo. (No quiero entrar ahora en las relaciones grupales que se dan entre miembros de bandas violentas y las barbaridades que pueden llegar a hacer, estoy sensible, es un tema que lo estamos trabajando con los alumnos del IES, ahora no es el momento, no me quiero desviar del trabajo de ayer tarde).

La paciencia. La espera, tomar conciencia de que “ahora esto no toca”.

¿Cuántas veces a los alumnos les pasará igual? Desde la seguridad de su pupitre saben, dominan, pero ante los compañeros olvidan todo. Todos parecen más seguros ¿les pasará lo mismo? El profesor hace notar la inseguridad de la compañera “Ah, a ella también le pasa, no es sólo a mí”. Tranquiliza no “sentirse bicho raro”.

Seguimos ensayando nuevos movimientos “La repetición, da seguridad”. Palabras del profesor. Volvemos a salir, así hasta en 3 ocasiones. Es cierto, ya me voy sintiendo más segura. “No importa la opinión de los demás, trabajo para mí”. Lo experimento en mí. Los pares de ojos van disminuyendo. Siento que ya no es tanto una exhibición para el otro sino un ejecutar un movimiento que he aprendido y mostrarlo, compartirlo. Y siempre con la disponibilidad para aprender y compartir.

Mostrar lo que he aprendido. Medirme desde mi propia fuerza. ¿El criterio, para utilizar una u otra habilidad aprendida?, pregunta Paloma. Depende de tu nivel de aprendizaje.

Valorar tu capacidad actual y ampliar la formación.

Siempre nos estamos desarrollando.

Y es más fácil con ayuda.

El karate aplicado a la vida, al desarrollo personal, nunca lo había visto así. Genial.

Conocí a Carmen, apenas pudimos hablar, pero no importó. Seguiremos en contacto si así lo deseamos. Yo tenía otro compromiso previo y había que elegir.

El tiempo siempre ocupado. Una cosa tras de otra, como si no se pudiera dejar tiempo a la improvisación o ¿es que se programa así previamente?. De esta manera se evitan los imprevistos. ¿Asustan los imprevistos?.  Hay seguridad cuando se muestra lo que se sabe. Pero ¿qué pasa cuando hay que enfrentar un imprevisto? La confianza en uno mismo permite fluir con los imprevistos, pero ¿Se puede enseñar a confiar en uno mismo?

La práctica da seguridad. Importante la concentración. No basta sólo con la memorización, hay que interiorizar para dejarse fluir e incorporar elementos nuevos.

Ha sido importante poder vivir como alumna lo que los alumnos viven diariamente. Hay muchas implicaciones y aprendizajes, tanto a nivel profesional como personal. Vivenciar lo que he visto desde otro lugar.

Participar y a la vez atender a cómo estoy participando. La confianza, el deseo de aprender, me hace poder estar en ésto y no en el qué hago yo aquí, en el no quiero hacer esto, etc.

Los alumnos adolescentes ¿por qué están en el IES? Muchos, unos cuántos, no por elección propia. Eso cambia todo. Yo había elegido y mi actitud era muy distinta. Yo había ido a aprender y estaba aprendiendo.

La actitud hacia…., importantísima no olvidarla. Condiciona enormemente los aprendizajes y a la escuela se va a aprender.

Entones…   ¿Cómo hacer que el alumno aprenda a pesar de que no quiera estar ahí, esté obligado y por lo tanto su mente está en otro lugar?  

Momento de cansancio, aburrimiento. Deseos de dejarlo ya, me aburro. Desconecto y quiero irme ya. Alguien dice que sólo desea mirar. Se le permite. Salgo a beber agua. Me permito una pequeña desconexión. Tiempo fuera. Permiso a uno mismo y para el alumno que necesite descansar.

Dar permiso a los alumnos para que se “enganchen” con la tarea a su propio ritmo. (¿Será una de las claves para la predisposición al aprendizaje?, intuyo que sí, pero también sé por experiencia, que en el día a día hacer esto es muy, pero que muy difícil).

Entro y me siento nuevamente conectada con la tarea.

Permitir el ritmo individual.

Permitir que se posibilite un cambio de actitud hacia el aprendizaje.

Comentarios del profesor a los comportamientos de algunos miembros del grupo: “Ya lo haces mejor, vosotras sois mis preferidas, has avanzado mucho,……”. “Y de mi no tiene nada qué decir?, ¿acaso no se ha fijado en mí?....” necesito su mirada? La mirada del profesor

En un principio parece que sí. El que mire directamente a uno u otro miembro del grupo y haga algunas referencias me confronta con mi deseo de reconocimiento, valoración. “La valoración está en ti”.

El alumno necesita la mirada del profesor y sentir que ha sido visto y reconocido.

Gestiono mi deseo de reconocimiento, puedo intervenir y decir “aquí estoy”. Sí, pero realmente no lo deseo. Me quedo tranquila. Reconozco mi deseo y cómo poco apoco ha ido cambiando. Puedo hacer lo que quiera para buscar su reconocimiento si es eso lo que deseo. Siento el poder de mis propias decisiones cuando soy consciente de lo que deseo y de lo que moviliza ese deseo. El poder del autoconocimiento.

Y con las aportaciones y las respuestas del profesor yo también aprendo. Podría hacer alguna pregunta, alguna aportación. Me siento contenta y satisfecha de estar aquí, he aprendido mucho, quiero decirlo, pero es tarde, queremos irnos, yo también. Y lo dejo para otro momento. Había una parte de querer ser escuchada pero realmente es tan pequeña que puedo dejarla para otro momento.

Nuevamente el saber lo que se desea y poder postergar, dejar ir, soltar. Quizás si hablo otros puedan aprender de la respuesta como yo he aprendido con los otros, pero ya es tarde y hay que irse. No es el momento. Elijo callar.

Ya en la entrada, podemos charlar de una manera más distendida. La clase ya ha terminado, quedamos los que tenemos menos prisa o los que queremos seguir hablando entre nosotros.

Reconocer los distintos momentos para hacer lo que toca aquí y ahora.

Atender al qué y al cómo.

Sencillamente, genial, ha merecido la pena dedicar la tarde del viernes a vivir esta experiencia.

Confiaba y no me ha defraudado.

Gracias Alejandro por tu invitación. Yo y mis alumnos (aunque ellos no sean conscientes o no lo lleguen a saber nunca), te estaremos siempre muy agradecidos.

2010 LICENCIADA EN PSICOPEDAGOGÍA: FIN DEL VIAJE

El tren se ha detenido. El viaje ha terminado

Hemos llegado a la estación, nadie me obliga a bajar, pero he de bajar. El tren tiene final de trayecto y no tiene sentido que me quede dentro. No, además no puedo.  Apagan las luces. Todo ha terminado.

¿Tristeza? Sí. Quiero continuar el viaje. No, no es posible,

¿Demasiado joven para morir y demasiado vieja para bailar el rock?. (Jethro Tull 1976) http://www.youtube.com/watch?v=80LJTeto8MQ

SI LLORAS PORQUE SE HA PUESTO EL SOL, TUS LÁGRIMAS NO TE DEJARÁN VER EL BRILLO DE LAS ESTRELLAS. LLORO. ¡NO QUIERO QUE SE PONGA EL SOL!

Hay otros trenes, otros paisajes.

Continuar con el sentimiento, no interrumpirse, vivir el ahora. Gestalt, meditación zen,….

Pero ¿Y cuando el ahora no te gusta? No, no es cierto que no te guste, es que quieres continuar con el ayer. Pero el ayer ya se acabó. Tus ojos no miran el ahora y no sabes si te gusta o no, porque están empañados por el ayer.

¿Transición? ¿Qué es? Esto es Transición: Pasar de un estado a otro. Parar, detenerse, descansar, hacer un alto en el camino.

Este viaje ha terminado. Puedes, cogerás otro tren. Pero este tren ha llegado a su destino. Tienes un sello, un pergamino que dice que has viajado en este tren. No sabes para qué te puede servir. Cógelo de cualquier manera, es tuyo. Nadie te lo ha regalado. Tú te lo has ganado con tu trabajo, tu esfuerzo. Has aprendido mucho sobre la mente, el alma humana, los grupos, sobre el pensar y el sentir,…… ¡Tantas y tantas cosas!.

En tu piel han quedado tantas y tantas horas de buena compañía, de desvelos, de prisas, de no pensar en otra cosa que no fuera el viaje.

Ahora toca descansar. Sí, descansar ¿y mañana?........... Dios dirá.

NO ME GUSTAN LOS FINALES

 

24 de enero 1987-23 años. Culminación de un proceso de reinado

24 de enero 1987-23 años. Culminación de un proceso de reinado

Nadie me había dicho que cuando despertara ya no sería reina, sino esclava de un bebé insaciable y pequeño tirano que no entendía de esperas ni demoras.

No hubo tiempo de transición. Ese tiempo lo pasé anestesiada. Media hora fue suficiente para que la vida que bullía en mí, pasara a ser independiente, pero a la vez enormemente necesitada de mí.

“¿Qué grande!”. ¡Cómo no, con 4kg. Y 300 gr.! “Qué precioso, claro como no ha sufrido nada al nacer!”.

Todos tenían explicaciones para todo, palabras de satisfacción y alegría para él, ¡maldito bebé!, pero y yo??????…………

¿Quién se acordaba de mí? ¿Dónde quedaban esas charlas y esos ejercicios respiratorios para el momento del parto si a mí me “sacaran” a mi hijo?.

¿Por qué nadie me había dicho que yo iba a pasar en cuestión de segundos y dormida, de ser reina a esclava de un pequeño tirano?.

¿Por qué nadie me había dicho que me podía quedar con una anemia gigantesca que lo único que me pedía era dormir y quedarme quieta?

¿Por qué nadie me había dicho que el amor de madre cuidadora no se despierta instantáneamente y menos aún cuando a tu hijo te lo tienen que arrebatar porque por su tamaño y su posición no puede salir ni tú puedes ayudarle?

¿Por qué en aquellos cursos maravillosos a los que yo religiosamente asistí sin faltar a uno, no nos enseñaron a hacer la transición de mujer embarazada a madre cuidadora?

¿Por qué sólo se limitaron a enseñarnos a respirar y no se cuidaron de enseñarnos la adaptación afectiva que requería el proceso y más aún si no había parto?

Cómo odié a todos los familiares, que con su buena intención cantaban las alabanzas del bebé, pero en ningún momento se acordaban de mí que con los ojos cerrados por los efectos de la anestesia oía pero no podía hablar y solo deseaba gritar ¡FUERA TODOS! Dejadme que me adapte a mi nueva situación!.

Han pasado 23 años y aún tengo el recuerdo vivo.

Tenían que incluir en los cursos de preparación al parto una preparación psicológica que ayude a transitar hacia la maternidad. Quizás ya la incluyan, ¡ojalá!.

Y no quiero pensar cómo será esta situación en el Tercer Mundo. Yo tenía cubiertas todas las necesidades médicas y aún así note la falta del cuidado psicológico.

Quiero mandar un canto de alabanza a todas las madres del mundo en esos momentos difíciles del tránsito de la mujer embarazada a la madre cuidadora. ¡Ánimo!, Pensad que afortunadamente todo se pasa. Pero ese paso es muy duro y es mejor hacerlo sabiendo lo que te puede suceder, los sentimientos tan contradictorios que vas a tener, y una cosa muy importante déjate querer, cuidar. Recuerdo a mi madre cómo quería cuidarme pero yo no supe permitírselo ni permitírmelo.

Hoy me siento muy orgullosa de mi hijo. Han sido 23 años maravillosos. Ha merecido la pena.

Nuevo blog

Nuevo blog

 

Quiero iniciar este nuevo blog, con este poema de Goytisolo junto con la voz de Paco Ibañez. 

Creo que es una buena manera de recomenzar la andadura de "la ventana" de los blog. Primero fue a petición de algún profe. Reticentes, nos costó, (a unas más que a otras, natural, ), pero había que hacerlo y al final le tomamos "cierta querencia".

Ahora es diferente. no hay imposición. La motivación es intrínseca (distintos tipos de motivaciones, procesos psicológicos, psicología de la personalidad, ¿a alguien no le suena?).

Gracias Paloma por haberme permitido "alojarme en tu nido" sin tu permiso. Sentí que me lo dabas y con el calor de tus plumas me he animado a construirme el mio propio. ¡Ánimo con esos exámenes, que ya quedan menos¡

 

PALABRAS PARA JULIA

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.